Soy donante para que las mujeres tengamos derecho a decidir
Soy maestra de primaria, madre de dos hijas y un hijo, esposa, hija, amiga, compañera. Con cada una de las personas que conozco cumplo una función distinta, no puedo decir que una me guste más que otra, que una me haya dado más satisfacciones que otra. Hace tiempo mi hija mayor me dijo algo que me puso a reflexionar "podemos tener lo mejor de varios mundos, sólo que no al mismo tiempo" y eso es cierto, muy cierto.
Para mí ser madre fue una de las experiencias que más disfrute desde el embarazo, pero también tuve dos abortos provocados. Antes de casarme aborté porque no estaba lista para ser madre, porque la sociedad y mi madre me lo ibas a reprochar, porque no estaba dispuesta a no terminar mi carrera por tener un hijx no deseado. Ni en ese momento ni ahora me arrepiento, siempre he pensado que fue una buena decisión.
En ese momento no se lo dije a nadie, sólo lo sabíamos mi pareja y yo. Al año de ese suceso, me casé y tuve tres hijxs. Después de que nació la más pequeña, creyendo que mientras amamantara no podía quedar embarazada, no me cuidé y sucedió que estaba embarazada por quinta vez.
No era posible mantener más hijxs y tuve que suspender este embarazo, que dicho sea de paso, no hubiera ocurrido si me hubieran operado tal como se los pedí a los doctores, luego de que nació mi pequeña.
Estoy convencida de que los embarazos no deseados son más frecuentes de lo que creemos, por eso soy donante y contribuyo para que el Fondo MARIA apoye y acompañe a las mujeres que toman la decisión de abortar y que, la mayoría de las veces, no cuentan con la aprobación ni la ayuda de nadie. Soy donante para que las mujeres, especialmente la de los estados, puedan tener la oportunidad de DECIDIR lo que más les convenga.