Co-construyendo maternidades libres

Co-construyendo maternidades libres

He tenido el privilegio de trabajar a favor del derecho a decidir de jóvenes y mujeres por más de 25 años. Durante este tiempo he conocido la diversidad de realidades de nuestro país y algunas veces de otros rincones del mundo, pero sobre todo, me he conocido, re-conocido, de-construido y re-inventado a mí misma. 

Acompañar(nos) a las mujeres me ha enseñado a juzgar menos y a escuchar más, pero sobre todo, a abrirme para dejar que las historias de todas nos atraviecen y nos lleven a lugares más cercanos a nuestros corazones.

La experiencia de acompañar a las personas queridas y cercanas en procesos de interrupción voluntarias del embarazo, incluyendo la mía, me fortaleció para contribuir más solidariamente para que las mujeres, en todas sus diversidades, a lo largo de su ciclo de vida y durante todo el embarazo, pudieran decidir si querían continuar o no su embarazo. Sin embargo, la experiencia del maternaje es la que más me ha marcado para defender no sólo del derecho a decidir, sino las maternidades libres y seguras.

Entendí mejor el enfoque de la justicia reproductiva y de por qué no solamente estamos hablando del derecho a decidir sobre el propio cuerpo, que ya es en sí mismo todo un universo. Cuando decidimos tener hijxs no solo estamos decidiendo que queremos prestar nuestro cuerpo para la reproducción biológica, estamos decidiendo además, cubrir todas las necesidades de nutrición, emocionales y sociales de ese nuevo ser. Lo decidimos a pesar de que sabemos que no existe apoyo social ni políticas públicas de conciliación entre la vida laboral, personal y familiar. Lo decidimos sabiendo que es un compromiso para toda la vida.

Quienes ejercemos la crianza respetuosa desde la perspectiva feminista, confiamos en que el cuidado y educación amorosas pueden transformar la realidad de carencias y violencia que vivimos. Amamantamos, porteamos, co-lechamos y estamos presentes como parte de nuestra apuesta para construir otro mundo, otras generaciones, otra forma de relacionarse afectivamente con las personas y con el planeta.

Sin embargo, sabemos que todo eso solo es posible cuando deseamos ser madres, cuando elegimos que queremos estar ahí. Y para estar ahí, presentes, en todos esos momentos para esas nuevas generaciones, necesitamos querer ser madres con toda la fuerza de nuestro ser.   

Y si ese deseo no llega, tenemos derecho a ser las mujeres valiosas que somos, sin que se nos imponga la maternidad como proyecto de vida.                 

Autora: 
Eugenia López Uribe @elpezuribe